A su llegada, le avisté de lejos. La verdad, no pude reconocerle hasta que se acercó ya que, como el resto de tripulantes que quedaban vivos, estaba en unas malas condiciones y en su rostro se veía la falta de alimentación durante aquel viaje.
Cuando me acerqué a él, lo primero que hice fue preguntarle por su aspecto, por lo que me explicó que debido a la falta de alimento y agua, había caído en la enfermedad y que por motivos de suerte, él se había salvado ya que numerosos tripulantes de barco murieron por ella. Después, decidí preguntarle dónde estaba la otra nave, ya que había llegado solo una al puerto de Sevilla, este me contestó que por motivos de falta de alimentación y enfermedad, la mayoría de los tripulantes de ambos barcos había fallecido y, tras la muerte de Magallanes, decidieron juntarse en una sola nave ya que no había personas suficientes como para tripular dos naves.
Tras una larga conversación con él, ambos nos quedamos pensando en la importancia que había tenido ese viaje, ya que gracias a los pocos supervivientes de aquella nave se verificó por primera vez la esfericidad de la tierra.
Firmado: María Marcos Araguas
